Una tarde lluviosa y fría de Bogotá se convirtió en el escenario propicio para que el Grupo de Apoyo a Trans (GAT), el colectivo Entre -Tránsitos y la Fundación Procrear, junto como amigos y curiosos, llevaran a cabo el plantón para recordar que las personas trans no están enfermas.
El motivo central de esta manifestación fue, por un lado, que el Manual diagnóstico y estadístico de enfermedades mentales (DSM, por su nombre en inglés) aun considera las identidades trans como una patología. Por otra parte, menos evidente y aun así más arraigada, la visión social que se tiene de las personas trans, dado que todavía hay mucho desconocimiento y miedo sobre el tema.
Este año, a diferencia del anterior, el encuentro se hizo frente a la sede de la Organización Mundial de la Salud en Bogotá. El ambiente festivo y alegre de la manifestación se mantuvo con la creatividad de los organizadores, que simularon un desfile de “trastornados” (señorito Disforia de Género, señorita Trastorno sexual, etc.) que logró hacer reírse de las categorías que muchas veces se le adjudican a las personas sin tener en cuenta al ser humano.
La “alfombra” roja que se utilizó a su vez como pasarela, se aprovechó para que los transeúntes desprevenidos también tuvieran parte en el juego de los tránsitos de géneros. Sin embargo es muy probable que quienes aceptaron pasar por ahí no les haya quedado claro quiénes eran los manifestantes que estaban ahí ni por qué.
El plantón también permitió ver cómo todavía las identidades trans cuentan con un menor apoyo de activistas y personas del sector LGTB. Aunque asistieron no solo personas trans, es claro que las causas de este sector siguen siendo de poco interés para la gran mayoría y esto debe ser un motivo de reflexión para quienes consideran que la sigla LGBT representa una comunidad o que los intereses y las luchas por los derechos son las mismas.
En la organización del evento y la convocatoria de los asistentes se pudo ver el compromiso e interés de las organizaciones involucradas en introducir cambios sociales por medio de diferentes mecanismos. Sería importante aprovechar estos espacios para informar más a las personas que pasan por el lugar, que se quedan mirando o que les causa curiosidad lo que sucede. Un pequeño volante explicando la situación puede ser una manera efectiva de transmitir y difundir el mensaje.
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