Dos años después, la policía peruana volvió a reprimir la concentración “Besos contra la Homofobia“, convocada este sábado en el centro de Lima. Los accesos a la Plaza de Armas fueron bloqueados por orden del Gobierno, empleándose chorros de agua e incluso gases para impedir que los activistas LGTB pudieran llevar a cabo su besatón en la simbólica plaza, flanqueada por las sedes del poder local (Ayuntamiento), nacional (Palacio de Gobierno) y religioso (catedral y arzobispado).
Sí que pudieron acceder sin problemas los integrantes de agrupaciones católicas fundamentalistas, que portando pancartas (algo teóricamente prohibido en ese lugar) se apostaron frente a la catedral para “defenderla” frente al agravio que significa que lesbianas y gays se besaran cerca.
Los activistas LGTB, impedidos de llegar a la plaza, se concentraron en un cruce cercano. Tras discutir con la policía, que les transmitió que el bloqueo era una orden gubernamental, empezaron los besos frente a las cámaras de la prensa. Qantu Madueño y Giovanny Romero explicaron las razones para estar allí: “es nuestro derecho, es nuestra ciudad, no hay ninguna ley en el Perú que nos impida besarnos en espacio público alguno. Cerrar la plaza era un absurdo, un atropello. Y ni la policía, ni el gobierno nos iba a hacer renunciar a nuestros derechos porque el miedo se acabó. Se acabó el 12 de febrero de 2011 cuando enfrentamos con besos los golpes y varazos de las fuerzas de un orden que excluye a lesbianas y a gays, a bisexuales y trans, un orden que nos considera escandalosos”.
Tras escaramuzas entre policía y activistas, unos pocos pudieron burlar el cerco y entrar en la Plaza. El forcejeo en uno de los puntos de acceso derivó en el uso de chorros de agua a presión e incluso gases lacrimógenos contra los activistas, que decidieron entonces marchar por el Jirón de la Unión hasta la Plaza San Martín al grito de “el miedo se acabó”. Porque de eso trata ”Besos contra la Homofobia”: de perder el miedo, de salir a reclamar nuestros derechos, de ejercerlos… porque lesbianas y gays, bisexuales y trans no somos ciudadanos de segunda.
El siguiente vídeo muestra con detalle lo sucedido:
Fue el pasado 12 de febrero cuando se conmemoró el segundo aniversario de la brutal intervención policial para dispersar la primera acción “Besos contra la Homofobia” en la Plaza de Armas, que dio lugar a una respuesta de parte de los activistas y derivó en dos horas de escaramuzas por el centro de la capital peruana.
El hecho, que mereció la condena internacional y obligó a las autoridades a pedir reticentes disculpas, es considerado hoy un punto de inflexión en la lucha a favor de los derechos LGTB en el Perú. Es por eso que el 12 de febrero se considera ya en este país el Día de la Dignidad LGBT, que ya el año pasado fue conmemorado por primera vez (de forma pacífica entonces).
Dosmanzanas.com
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